Si estás empezando con la dieta cetogénica o simplemente te preocupa tu salud, seguro te hiciste esta pregunta: ¿Es malo el colesterol? Durante años nos enseñaron a temerle a las grasas, pero… ¿y si te dijera que no todo lo que creés sobre el colesterol es cierto? Quedate leyendo, porque al final te voy a contar qué es lo que realmente deberías controlar (y no es el colesterol).

¿Qué es el colesterol y por qué tu cuerpo lo necesita?
El colesterol es una sustancia grasa que está presente en cada célula de tu cuerpo. Es fundamental para:
- Producir hormonas como la testosterona y los estrógenos.
- Crear vitamina D.
- Formar las membranas de tus células.
- Fabricar la bilis, que ayuda a digerir las grasas.
Sin colesterol, tu cuerpo no funcionaría. De hecho, el 80% del colesterol lo produce tu hígado. Solo el 20% viene de los alimentos.
El mito: “Comer grasa sube el colesterol malo”
Este es uno de los errores más grandes que se ha repetido durante décadas. Comer grasas saludables no significa que vas a aumentar tu colesterol “malo”. Lo que realmente eleva el colesterol dañino son:
- Azúcares refinados.
- Harinas procesadas.
- Grasas trans (de productos ultraprocesados).
Cuando seguís una dieta keto basada en alimentos reales, tu cuerpo utiliza la grasa como fuente de energía, y esto puede mejorar tu perfil de colesterol.
Grasas buenas vs grasas malas: ¿Cuál es la diferencia?
Grasas buenas (las amigas de tu cuerpo):
- Palta (aguacate)
- Aceite de oliva extra virgen
- Pescados grasos (salmón, sardinas)
- Frutos secos y semillas
- Huevos de campo
Grasas malas (las verdaderas enemigas):
- Margarinas
- Aceites vegetales refinados (soja, maíz)
- Snacks ultraprocesados con grasas trans
La clave está en elegir grasas naturales y evitar las grasas artificiales que sí afectan la salud de tus arterias.
¿Qué pasa realmente con el colesterol LDL?
Siempre se habla del LDL como el “colesterol malo”, pero la realidad es más compleja. No todos los LDL son peligrosos. Hay dos tipos:
- LDL pequeñas y densas (estas sí son peligrosas porque se oxidan y se pegan en las arterias).
- LDL grandes y esponjosas (estas no representan un problema).
¿La buena noticia? Una dieta baja en carbohidratos como keto aumenta las LDL grandes y reduce las pequeñas y dañinas.
¿Por qué nos hicieron creer que el colesterol es el culpable?
Durante muchos años, la ciencia señaló al colesterol como el “culpable” de las enfermedades del corazón porque se encontraba en las placas de las arterias. Pero… el colesterol estaba allí tratando de reparar un daño causado por otra cosa: la inflamación crónica.
Esa inflamación es la que realmente daña las arterias y es provocada por:
- Azúcar en exceso.
- Harinas blancas.
- Estrés.
- Estilo de vida sedentario.
El colesterol, en realidad, está intentando protegerte.
Keto y colesterol: ¿debo preocuparme si sube?
Es normal que al empezar la dieta keto, tu colesterol total suba un poco. Pero eso no significa que estás en riesgo. Lo importante es ver el contexto:
- ¿Aumenta tu HDL (colesterol bueno)?
- ¿Bajan tus triglicéridos?
- ¿Te sentís con más energía y claridad mental?
Si la respuesta es sí, no deberías tener miedo al colesterol. Lo que sube son las partículas grandes, las que no representan peligro.
¿Qué es más peligroso que el colesterol?
La verdadera amenaza para tu salud es la resistencia a la insulina y la inflamación crónica. Estos factores están directamente relacionados con una mala alimentación rica en azúcares y productos ultraprocesados.
Una dieta keto, enfocada en comida real, puede ayudarte a:
- Reducir la inflamación.
- Mejorar la sensibilidad a la insulina.
- Regular tus niveles de energía.
Estudios recientes derriban el mito
Nuevas investigaciones indican que no existe una relación directa entre el consumo de grasas saludables y las enfermedades cardíacas. De hecho, estudios en personas que siguen keto muestran mejoras en:
- El colesterol HDL (sube).
- Los triglicéridos (bajan).
- La relación colesterol total/HDL (mejora).
El número total de colesterol no es el único indicador que importa. Hay que mirar el panorama completo.
¿Qué debería controlar entonces?
En lugar de obsesionarte con un número en el análisis, deberías prestar atención a:
- El tipo de grasas que consumís.
- Mantener bajos los niveles de inflamación.
- Evitar productos ultraprocesados.
- Mantenerte activo y reducir el estrés.
La calidad de lo que comés es más importante que la cantidad.
Resumen: perderle el miedo al colesterol
El miedo al colesterol es una idea antigua que necesita ser actualizada. Las grasas saludables no son enemigas; al contrario, son esenciales para tu cuerpo.
La verdadera amenaza son los azúcares ocultos, los alimentos ultraprocesados y un estilo de vida que promueve la inflamación. Si hacés una dieta cetogénica con alimentos reales, estás cuidando tu salud cardiovascular más de lo que creés.
El detalle que casi nadie te cuenta (y deberías saber)
El problema no es el colesterol, sino el daño arterial crónico provocado por hábitos poco saludables. Y cuando empezás a cuidar tu alimentación, eliminando azúcares y ultraprocesados, ese daño comienza a revertirse.
Por eso, perderle el miedo al colesterol no significa ignorarlo, sino entender su verdadero rol en tu cuerpo.
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En nuestro próximo artículo te voy a contar cuáles son las mejores fuentes de grasa saludable para una dieta keto exitosa.
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